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Las Torres Petronas |
Kuala Lumpur (Malasia)
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Templo chino |
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Contrastes arquitectonicos de KL
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Vuelo con Air Asia, el Ryanair asiático, famosa por sus retrasos y fiel a su nombre el avion aterriza 2 horas tarde. Son las 2 de la mañana. En la terminal busco una cara china con un cartel con mi nombre, el taxi que he reservado con el hotel. Pero no encuentro a nadie de esas caracteristicas. Ya en la calle sigo con mi abordaje a la población china de taxistas, que a su vez me abordan a mí. El más simpático llama al hotel con su móvil y parecen no saber nada, así que me voy con él a la city, que esta bastante lejos, por cierto..
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Chinatown |
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Chinatown |
Después de una noche corta, me
tiro a la calle en busca de café y casa de cambio. Los malayos me parecen muy
hospitalarios y fácilmente llego a la parada del bus turístico que recorre la
ciudad. Es un plan perfecto, ya que solo voy a estar un día. Charlo con un par
de viajeros, me hago mis selfies de rigor ante las Torres Petronas, icono de
Kuala Lumpur y soluciono el hotel en Butik Bintang para la vuelta, que estaré
otro día aquí. La recepcionista me arregla el bus al aeropuerto del día
siguiente, un amor de señora.
Comparada con Yangon, la ciudad
me impresiona por su limpieza y su silencio, los conductores no se desplazan a
golpe de bocina. Es más sosona que Bangkok pero tiene su encanto. Me dejo
Chinatown, la parte vieja, para la vuelta, que será lo mejor de la ciudad.
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Mezquita Roja. Colombo |
Colombo y la costa suroeste
Colombo es una ciudad fácil de
patear, que además es como a mí me gusta moverme para descubrir los rincones
curiosos. Lo malo es que es mediodia y hace un calor del copón para hacer el tour a pie. Ademas, cada tres
pasos me paro porque algún paisano me hace el cuestionario al uso: ¿de dónde eres? ¿Cuantos
días vas a estar? ¿Te gusta el pais?, etc.… Al principio se agradece un poco de atención
pero acaba siendo cansino, sobre todo cuando les da por seguirte por la calle
con la excusa de que van al mismo lado.
Mercado flotante, estación de tren,
antiguo hospital holandés y paseo marítimo. Ya lo he visto. C’est tout!!! El
hotel es gracioso, una mezcla entre Faulty Towers y Grand Budapest Hotel, como
de otra época, con todo el personal compuesto por señores mayores.
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Atardecer en el paseo maritimo. Colombo |
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Pedazo de atun. Mercado Galle |
Al día siguiente voy en tren
rumbo a Unawatuna. Me han
recomendado este trayecto por las preciosas vistas, el trazado de las vías transcurre al borde del mar. Las primeras dos horas voy de pie, ya que el tren
va petado, con lo que no disfruto al 100% de las vistas. El hotel está a un
paseo corto de la playa, que tiene sus garitos con sus tumbonas/camillas. Me
pido un “lassi” de mango, ¡!!quei buenos están, por Dios!!!, y a ver pasar la
vida…. Esto está lleno de rusos y ucranianos, parece que vienen atraídos por
las olas para hacer surf. Para cenar, marisquito, ¡!!que placer para el paladar!!!
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Comerciante de joyas. Mi angel del dia |
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Calle de Fuerte Galle |
Me planifico una excursión de
medio día a Galle, que está a 5 o 6
km. y conserva una fortaleza de la época colonial portuguesa/holandesa,
patrimonio de la humanidad de UNESCO. Voy en tuk-tuk y el conductor me cuenta su
triste historia, que acaba en llanto. Por esta costa, el tsunami de 2004 pegó bien
fuerte, 30.000 vidas perdidas, miles de
familias esrilanquesas rotas y traumatizadas.
Más tarde en el día, un
comerciante de piedras preciosas me regalara un trocito de piedra, intuyo que barata, para que
me la eche al bolso y me de suerte. Las piedras preciosas de Sri Lanka como el rubi azul Ceilan son de
las más cotizadas del mundo. Una curiosidad: el nombre de la isla en sanscrito
es Ratna Dweepa, Isla de Joyas.
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Mirissa con marea alta |
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Delfines spinner |
Mirissa, mi próximo destino, queda solo a 45 minutos en bus y por
lo que he oído/leido es mucho más tranquila que esta. Es muy fácil moverse por el país,
los buses son frecuentes e híper-baratos, son céntimos lo que te cuesta un
billete. Eso sí, a reventar también y sin aire acondicionado. Decido economizar
en hoteles, ya que al ritmo de estos primeros días es una ruina, viajando sola
no se comparte el mayor gasto de un viaje, que es el alojamiento..
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Que impresionante y que bello!!! |
Elijo una “homestay” con una familia
encantadora y contrato la excursión para avistar ballenas con ellos. Me hace
una ilusión tremenda ver ballenas azules en su hábitat natural. Y cuando finalmente
las veo, guaaaauuu, me parece increíble,
bellísimo
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Majestuoso animal |
espectáculo, el animal más
grande del planeta, a unos metros de mis
ojos… Tuvimos suerte y avistamos siete u ocho, la última de ellas desde bien cerca del barco, además
de algunos grupos de delfines spinner.
Por la tarde, playa y
chiringuito. Pero pasado por agua, y encima, por partida doble. Por una parte,
parece ser que hay un ciclón por la zona que lleva lluvias torrenciales a su
paso; por la otra, la subida de la marea y las olas salvajes por el temporal
llegan justo hasta mi cerveza, y nos chopamos todos los clientes de la terraza. Estas cuestiones
meteorológicas influyen en mi decisión de viajar al día siguiente, a pesar de
ser Año Nuevo budista, con su alto riesgo de suspensión de la mayor parte del
servicio de transporte. Me quedo sin bucear con las tortugas, otra vez será.
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Ella |
Ella y Nureya Elia en las tierras altas del interior
Consigo llegar a Ella sobre las 4:30 después de 8 horas en el asfalto ("on the road”). Podría haber sido peor, a juzgar por la estampa desoladora que tenía
esta mañana la estación. Solo una hora de espera para cada uno de los dos buses,
menos mal que no era yo la única loca y en el bus iba también un grupete de chavales
rusos.
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Disfrutando del paisaje desde el tren |
Los últimos kilómetros me han
dejado embelesada con un paisaje de altísimas montañas, vegetación frondosa,
cascadas impresionantes y plantaciones de té. Esto es muy muy bello. La casa de
la familia está en un bonito lugar bastante tranquilo a las afueras. Los otros
viajeros alojados alli son gente muy buen rollo y compartimos consejillos sobre el país.
Más tarde, en el pueblo me encuentro con una familia de vascos de San Sebastián,
y comparto cena con ellos. Muy majos. Y que bien a gusto charlamos de esto y de
aquello, cuando viajas sola estos momentos son muy apreciados.
Opto por moverme
en tren a Nureya Elia al día
siguiente después de un paseo matutino por las plantaciones de té del barrio. Suertuda
por conseguir asiento y también por contar como compañeros de viaje con una agradable
pareja de jubilados irlandeses que vienen de India y chapurrean español porque
tienen una casa en Canarias.
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Amanecer en Horton Plains |
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Ruta |
En la casa de Nureya Elia se hospeda un suizo,
Olivier, recién llegado y juntos planeamos la excursión a Horton Plains para el día siguiente. A las 5 de la mañana salimos
en tuk-tuk, yo con todo lo poco que llevo de abrigo puesto, incluida la toalla.
Hace bastante fresco por aquí, y esta viajera amateur ha sido poco precavida.
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Ciervo |
A las 6:30 ya hay cola a la
entrada del Parque Natural. Olivier decide hacer un trekking de 14 km en
solitario para dar esquinazo a las hordas de turistas. Consigue su objetivo y
no se encuentra a nadie en 5 horas. Ni siquiera Google maps tenía aun marcado
el camino y él se lo ha enviado.
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El Fin del Mundo |
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Ruta por Horton Plains |
Yo, por mi parte, hago el recorrido estándar de
10 km por donde me voy encontrando con
gente en los puntos clave, como el Fin del Mundo. El lugar es impresionante, y tambien acojona. Al final de un camino se abre
un precipicio de casi 1.000 m de pendiente, las vistas son sobrecogedoras por
su belleza, con varias capas de montañas azuladas por efecto de la bruma.
El paisaje es de contrastes, a ratos sabana, a ratos bosque. He visto ciervos y algunas aves, esperaba ver más fauna pero esto está muy trillado por los
humanos y prefieren mantener las distancias. No me extrana.. Hace 150 años, cuando el país era parte del Imperio Británico, aquí vivian
elefantes tranquilamente, pero al tal Sr. Horton y sus colegas les parecía divertido
matarlos y acabaron con todos. Salvajes asesinos!!!!
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El Fin del Mundo |
Una siesta y una cena con Olivier
en el Grand Indian Hotel hacen que este sea un dia estupendo. Mi tolerancia a la comida picante esta en unos niveles aceptables para la zona.
Kandy y alrededores
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Eric |
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Aprendiendo del mahout |
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Gozando en el rio |
Por la mañana, compartimos taxi hasta
Millenium, el orfanato de elefantes que
hemos decidido visitar. No queremos montarnos en ellos, solo bañarlos y pasar
un rato en su compañía. Eso cuesta solo 1000 rupias (unos 6 euros) y el dinero
va para una ONG que lleva a cabo proyectos con las comunidades locales para la
convivencia y armonía con los elefantes que viven en la zona en libertad. Nuestra
elefanta, Lakshmih, nos espera tumbada en el rio, y el mahout, su cuidador nos
entrega la “esponja”, que consiste en un trozo de corteza de coco. Disfrutamos
de lo lindo, yo nunca he tocado a un elefante ni pasado tanto tiempo tan cerca
de uno. Lakshmih esta mayor y parece dormida, tiene más de 40 años, y la vida
media en cautividad es de 50-60. Eric está entusiasmado con quedarse un par de días
de voluntario, así que nos decimos adiós. Buena gente. De regreso visitamos una
fábrica de té, un jardín de especias y el buda blanco. Los precios del jardín de
especias me parecen un atraco a mano armada. Luego encontrare esencia de
vainilla y aceite de jojoba a 1 $ en el mercado de Kandy.
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Templu hindu. Matale |
Para la segunda excursión no
tengo compañeros de viaje con los que compartir gastos y charla, pero decido
hacerla igualmente aunque sale algo cara, 7,000 rupias (42 euros + o -). Voy a
la famosa Roca del León en Sigiriya, aunque
he decidido no pagar los 30 dólares que cuesta la entrada y escalar otra roca
hermana que solo cuesta 3 $. Esto se ha convertido en una ruta alternativa para
los turistas que cada vez más, eligen esta opción.
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Templo budista. Dambulla |
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Ascenso a roca Pidurangala |
Sigiriya es un lugar mágico para los esrilanqueses y está repleto de historia. Fue hogar de monjes budistas y refugio de reyes que se protegían de sus enemigos, su propia familia (algo que es frecuente a lo largo de la historia). Mi roca, Pidurangala, es mucho más difícil de escalar que Sigiriya y tengo una colección de motivos para no llegar a la cima: mi baja forma física, sin una mano a la que agarrarme y mi pésimo calzado y pies ya dañados. Llego hasta el buda tumbado. Ha merecido la pena. Parte de la excursión incluye paradas en un par de templos hindúes y budistas. Veo 2 y el tercero me lo salto. Estoy agotada.
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Roca del Leon. Sigiriya |
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Buda tumbado |
Última parada: Negombo
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Playa de Negombo |
Desayuno en una tienda de la estación
de Kandy, donde el dueño me ofrece alojamiento por 500 rupias para la próxima vez
que regrese. Un salao. Negombo está a 6 km del aeropuerto y como vuelo al día
siguiente y no veía motivos para volver a la capital, Colombo, decido pasar mi último
día junto al mar. Pero la playa de Nogombo es una auténtica pena de lo sucia y
poco cuidada que esta. Es arriesgado darse un baño y caro utilizar las pocas tumbonas
que veo porque las administran los hoteles. Me instalo en un chiringuito con mi
lassi y charro una hora con una buena amiga. Atún a la plancha en un
restaurante de la playa, agradable palique con el dueño y encuentro con Nelson
Fernando, un conductor de tuk-tuk que me llevara mañana al aeropuerto. Otro día
genial entre gente encantadora.
Dejo el pais con muy buen sabor de boca, he disfrutado mucho y me parece un destino muy recomendable por lo impresionante del paisaje, la diversidad de opciones que hay: mar, montanya, templos, fauna,… lo fácil que es moverte y la amabilidad de los locales.
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Ruta de 12 dias |
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