Xi’an y sus guerreros de terracota

Los guerreros antes de perder los colores

Uno de los miles de guerreros de terracota

Asombrosa panoramica del foso 1

Artistas de Xi'an

Desde la muralla

Casas antiguas de Shuyuamen

Peluqueros ambulantes

Xi’an es un popular destino turístico debido a los famosos guerreros de terracota descubiertos hace unos 40 años. Yo he tenido la suerte (creo) de ir en temporada baja (Navidad) y he podido disfrutar tanto de la ciudad como de la impresionante visita a los guerreros sin agobios de masificación.  Xi’an es una de las ciudades más antiguas de China, lugar donde se ubicaba Chang’an, capital imperial durante varias dinastías como la Qing y la Tang. También es donde comenzaba/terminaba la Ruta de la Seda, vía de intercambio comercial y cultural entre Oriente y Occidente, recorrida en su totalidad y narrada por el viajero Marco Polo.

Entrada a mi calle, Shuyuamen

Otra de mis suertes en este viaje fue el cambio de hotel a última hora. Tenía una reserva con Booking desde hacía tiempo y me la cancelaron 72 horas antes de viajar. No solo conseguí algo más barato sino también más céntrico, a escasos tres minutos de la muralla, en una de las calles más bellas de Xi’an, la calle de los pintores y caligrafistas (así la llamo yo por la abundancia de ellos). Yunshang Seetang Guest House en Shuyuamen es un hostal muy recomendable

Gran Mezquita de Xi'an

El primer día en un lugar suelo deambular por el centro con pocos destinos fijos en mente y así tomarle el pulso a la ciudad. Como no tengo muchos días, aprovecho mi recorrido para ver las Torres de la Campana y el Tambor, el Barrio Musulmán y la Gran Mezquita. La Mezquita me resulta una experiencia novedosa por encontrarme en un entorno religioso en un país donde poca gente practica alguna religión, y los que la 
practican, si son musulmanes, son enviados a campos de re-educación. El barrio musulmán está muy animado a todas horas del día, como por aquí y ya vendré otro día para ver el color de la noche. Todo el mundo me ha recomendado dar un paseo en bici por la Muralla al atardecer, coincidiendo con la puesta de sol. Lo gracioso es que en el invierno chino que yo conozco, con días grises y cielos contaminados no existe tal fenómeno. 

Doy mi paseo en bici igualmente y descubro que puedo volver por la noche y apropiarme de la 
magia del lugar. Chulísimo...

 .

La Muralla iluminada 

Mi segundo día lo dedico a la Pagoda del Ganso Salvaje y el Museo de Historia de Shaanxi, que quedan en la misma zona. ¡Camino casi una hora hasta el museo para encontrarme las taquillas cerradas por ser la hora de comer! En fin, no entiendo porque no hacen turnos en vez de irse todos a la vez, debe ser la forma china de organizarse. Evidentemente no voy a estar haciendo cola en este frio helador, así que me encamino a la pagoda, que son 20 minutos más. Para mi agradable sorpresa, el espacio da para pasar un buen rato, ya que hay unos cuantos edificios con budas y demás parafernalia, un parque con esculturas de piedra y pájaros exóticos con la cola larga, a los que intento fotografiar en su vuelo sin mucho éxito. El museo es bastante exhaustivo en la colección de piezas mostradas y en su recorrido por la historia de las diferentes dinastías, de las que esta provincia fue de gran importancia en China durante siglos. Tiene toda la narrativa traducida al inglés, excepto la parte del siglo XX, que incluye el comunismo y maoísmo ¿Por qué piensan que no nos va a interesar esta parte?

Pagoda del Ganso Salvaje

Ceno una pizza en el famoso bar De Fu Lou Café, un lugar agradable con carta de platos internacionales y cervezas alemanas, y algo menos desierto que el resto de bares de noche. Ya sé que es navidad, pero esperaba encontrarme con algún otro viajero, y lo que es en la zona de la muralla, no había ni un alma.

Caligrafistas 

He reservado el ultimo día, día de nochebuena, para pasarlo en compañía de los más de 8.000 guerreros de terracota que se construyeron hace 2.200 años para acompañar al primer emperador de la dinastía Qin, Qin Shi Huang, después de su muerte, donde supuestamente seguiría al mando de las tropas en el mas allá. Esta maravilla y patrimonio de la Humanidad es impresionante por la magnitud de la obra. Una pena que no se puedan conservar los vivos colores de las estatuas, que desaparecen al entrar en contacto con el aire. La parte del mausoleo en sí me defraudo un poco, es una simple colina, como otras en el país, sobre las que se especula que fueron pirámides funerarias, pero que a día de hoy aún no han sido excavadas. En realidad, el foso 1 es donde mas avanzadas van las excavaciones y el que mas guerreros tiene a la vista. Pude disfrutar la visita placenteramente, quizás en uno de los días con menor afluencia de visitantes. Iba preparada para verme inmersa en la peor aglomeración de mi vida, pero por suerte, no se cumplieron los pronósticos de la gente con la que hablé.     

Torre del Tambor

Tienda de musica, Shuyuamen

Es fácil hacer esta excursión por tu cuenta, en transporte público en una hora y media aproximadamente. Desde la estación de tren sale con frecuencia el bus 306 y otros muchos autobuses de color verde que te llevan hasta allí por 9-10 yuanes (1,20 euros). Yo no contraté a ningún guía de los que se ofrecen en la puerta, había leído que no merece la pena, aunque opino que depende de la suerte de la elección y creo que lo contrataría si fuera en grupo. 
Al viajar sola, estas decisiones, que pueden ser más o                                                             menos acertadas afectan bastante al presupuesto total. 

Tienda de turrones en barrio musulman

Es mi última noche en Xian y consigo superar la pereza por el frio y el cansancio del pateo del día y me tiro a la calle. Vuelvo al barrio musulmán, a un paseo de 10 minutos de mi hotel, esta vez a cenar tallarines Biangbiang (anchos o de cinturón). Ya he probado los bollos rellenos de caqui, el ‘roujiamo’, tipo bocata de carne y la sopa de fideos de Qishan. La gastronomía de la región es muy variada por la influencia de las diferentes culturas que se mezclaron en el ir y venir por la Ruta de la Seda. Es muy curioso ver como hacen unos dulces con almendra y cacahuete parecidos a nuestros turrones a golpe de maza y de paso, establecer la conexión cultural y emocional. Me recuerda al" torro de gat" de mi abuela. 



Vuelvo a casa con esa mezcla de sensaciones que acompañan todo buen viaje: el disfrute que se acaba, el aprendizaje y la mayor porosidad en la mente y la ilusión por empezar a pensar en el próximo destino: Seúl, Corea.