Cuento camboyano

Nuestro primer tuk-tuk. Despues vendrian muchos mas...

Este cuento no es birmano, si no camboyano. La idea  de esta aventura surge de juntar mis ganas de conocer el país, las de mis amigas Tina y Pilu de visitarme en Birmania y finalmente, a la ilusión de las tres de vivir esto juntas. El resultado ha sido un viaje inolvidable del cual quiero plasmar en letras e imágenes algunos de los mejores momentos.

Ta Prohm

PRIMERA ETAPA:
SIEM REAP

Dejamos atrás Bangkok donde nos hemos reencontrado entre abrazotes y achuchones, y donde pasaremos unos días al final del viaje y aterrizamos en Siem Reap. Es la segunda ciudad de Camboya y lugar de visita obligada, ya que está a solo unos kilómetros de los maravillosos templos de Angkor.

Aquí tenemos dos noches reservadas en el Bou Savy Hotel (10$ la noche cada una) y nada más llegar, decidimos que van a ser pocas... Resulto ser el mejor alojamiento de todos los del viaje, con una piscinita, un jardín muy frondoso, desayuno incluido, buenos precios en la carta, céntrico.....El único problema lo tuvimos con el conductor del tuk-tuk que contratamos con ellos para ver los templos en dos días. Fue un tipo mal rollo total, siempre enfadado y renegando, todo porque quisimos hacer el recorrido de manera diferente a como te lo suelen vender, y a él le parecía que no ganaba lo suficiente. 

Cocoteando de dia

Cocteleando de noche

Aun así, es muy difícil que alguien o algo te pueda estropear las sensaciones que experimentas mientras paseas por los espectaculares bosques y monumentales restos arqueológicos de lo que un día entre los siglos IX y XIV fueron las majestuosas ciudades, palacios y pagodas del imperio jemer. Ta Prohm (el de Indiana Jones) fue el templo donde más flipamos el primer día, con esa impresionante simbiosis entre selva y construcción de piedra. 
El segundo día empezamos en Angkor Wat, donde vimos amanecer y pasamos unas horas admirando los relieves esculpidos por aquellos pedazo de artistas de la época. Angkor Thom fue también una visita muy mágica, con las asombrosas torres con caras de budas en las cuatro paredes. No me extraña que este bellísimo lugar fuera candidato a ser una de las siete maravillas del mundo, lo es......

Amaneciendo en Angkor Wat

Ranitas

North Gate

Que currazo!!!!

Curiosa vision funeraria. 

Impresionante Angkor Thom

Marco incomparable para unos posados

Con nuestra amiga la tendera

Excursión al lago  Tonle Sap: Después de dos días enteros de piedras y tragar polvo, es muy gratificante el cambio a paisaje húmedo. Elegimos una excursión en coche a la aldea Kampong Khleang  por 70 $ (23 $ cada una), de los que supuestamente 15-20 $ por persona van al desarrollo de la aldea. No sé si esto es cierto o no, leímos en los blogs de viajeros reflexiones sobre lo ético que resulta ir a fotografiar un espectáculo de pobreza sin pensar en que impacto dejan nuestras visitas. 

 Nosotras pasamos un precioso día en el lago Tonle, donde conocimos a una tendera camboyana muy simpática y nos asomamos un poco a la vida de los lugareños. Con los niveles de agua bajo mínimos en esta época seca del año, esta es la estación mas apropiada para el secado de pescado y de arroz. Hay que llenar despensas antes de que lleguen los monzones... me quede muerta cuando leí que es tal el volumen de agua que se revierte la dirección del flujo del rio que alimenta el lago de aguas.

Aldeas flotantes que no son del todo flotantes 

SEGUNDA ETAPA: SIHANOUKVILLE Y ISLA KOH RONG SANLOEM

Dijimos adiós a Siem Reap, y a nuestros simpaticones amigos del bar Same Same, Rod y Lucky y nos encaminamos hacia la costa en lo que parecía un divertido y barato método de transporte, el hotel bus. Resulto una pesadilla de  noche de 11 largas horas, pegadas a la ruidosa salida del antiguo aire acondicionado, compartiendo cama con Tina, mis tapones olvidados en la maleta... Llegamos a Sihanoukville sin alojamiento y nos metemos en cualquier lado, total es solo una noche porque la idea es movernos a alguna isla. De hecho, la mayoría de los viajeros ni siquiera paran en este pueblo, que por cierto no tiene ninguna gracia, si no que siguen del tirón hasta una isla. Nosotras necesitamos un día para descansar, decidir y organizar la logística. Lo mejor son las playas y el marisquito y pescaito a la plancha. En la playa conocemos a una turista rusa que nos cuenta que acaban de intentar robarle el bolso mientras se bañaba, salió detrás del tío y lo recuperó. Oleé  sus ovarios. Mal rollito,....

Luciendo cuerpazos por Ochheuteal Beach, Sinaoukville

Deliciosos calamares

Amanecer

 

Parece que la isla Koh Rong Sanloem es más tranquila que Koh Rong, asi que reservamos dos noches en los bungalós de Rumi & Ataman y nos hacemos a la mar en el barco lento, dos horas y media en vez de 45 minutos, no tenemos prisa y cuesta la mitad. La sensación que te embarga al estar en un lugar sin coches, a la vera del mar es de calma total. Ahora un baño, ahora una siesta, ahora una cerveza,.... El súper tranquilo ritmo de vida camboyano se estira aquí un poco más aun.  Los bungalós están muy bien por 30 $ la noche, lo único que no nos gusta del lugar son los precios astronómicos de la comida, el doble que en tierra firme. Intentamos ahorrar en un poco compartiendo bocatas al mediodía y comiendo fruta y quesitos que trajimos, pero Tina se queja bastante, pasa hambre la pobre, jajá....

TERCERA ETAPA: KAMPOT, KEP y RABBIT ISLAND

Trabajo en las salinas

Estamos muy descansadas de los días isleños y con ganas de conocer nuestro nuevo destino en la costa sur, Kampot, del que nos separan unas 3 o 4 horas en minivan. Nos intentan engañar en el precio (8$ en vez de los 5$ que sabemos que cuesta) pero no cuela. Me gusto mucho Kampot, con sus casas francesas coloniales, sus expatriados calvitos, su rotonda del durian,... Un lugar donde el tiempo transcurre despacio, donde las opciones de actividades van desde pasear por el rio a pie o en barca, visitar las salinas y los campos de pimienta de la comarca o ponerte ciega de cangrejos en el mercado de Kep. 

Nos alojamos en el Samon Village, unos bungalós/cabañas (ya les hemos cogido el gusto) al lado del rio, un lugar con mucho encanto por solo 11.50 $ la noche, menos de 4 $ cada una. Es un dúplex con el banyo compartido, y casi adosado. Aparte de la cercanía del WC, el tipo que lleva el sitio es de lo más imbécil y sobrao que he visto en tiempo. Otro problema son los precios de la carta, nos cuesta desayunar más que dormir!!!! 

No conseguimos ir al Green House Hotel a cenar aunque varias personas nos hablaron de él. 

Samon Village bungalos

 

Tampoco vimos las prometidas luciérnagas en la excursión en barca por el rio e igualmente fue un atardecer muy bonito. Conocimos al famoso Bart, el barquero belga, por casualidad en un bar pero ya habíamos contratado la excursión con otros.

Rotonda del durian

El omnipresente trio que gobierna el pais

El guia en la plantacion de pimienta

 


Con un tuk-tukero nos pasamos un día entero por los alrededores. Primero visitamos las salinas. Trabajar en los campos de sal por unos pocos dólares al día bajo un sol de justicia es bastante duro. Luego, las cuevas y el lago secreto. Las cuevas me las salte porque había que subir a lo alto de una colina. En mi calidad de herniada, no fue lo único que me salte: también los ascensos en los templos y la excursión al otro lado de la isla para ver el atardecer. Menos mal que mis amigas me ayudaron con la maleta y mis kilos durante todo el viaje. Lo siguiente, la plantación de pimienta fue muy curiosa de explorar y aprender. Nos hicieron un tour completísimo, no estoy muy segura de si porque eran así de majos o para animarnos a comprar. Cultivo ecológico, gestión francesa, calidad superior de los productos, precios astronómicos... La pimienta verde (recolectada a medio madurar) la negra (secada a medio madurar), la blanca (la negra madurada y pelada) y la roja (recolectada madura y secada luego) vienen todas de la misma baya. La pimienta de Kampot es famosa por su aroma y sabor fuerte, lo era antes de que los jemeres rojos destruyeran este cultivo, que  afortunadamente están renaciendo otra vez. 

El mercado de cangrejos de Kep es uno de los mercados más alucinantes que he visto en mi vida. En Laputta, no lejos de Myaungmya, donde vivo en Birmania, estuve en un mercado de cangrejos, pero es para la exportación y no tiene esta vida y este ajetreo de venta, cocción y degustación en pocos metros cuadrados. A pie de mar, las cangrejeras te muestran el género que guardan en sus jaulas flotando en el mar, te organizan quien te lo guise y quien te de mesa y bebida. Y están de muerte, una de las delicias más placenteras de este viaje. Tanto que repetimos a la vuelta de Rabbit Island, de cangrejos y pinchos de calamar.  

Mercado de cangrejos de Kep

Comprando cangrejos al peso

 











La ciudad ha sufrido un abandono desde los tiempos coloniales en que veraneaban los ricos franceses. La playa de Kep no vale mucho, es pequeña y está sucia, así que decidimos pasar un día y medio en Rabbit Island, solo a media hora en barco. Muy distinta a la otra isla, esta es mucho más frecuentada por locales, familias camboyanas celebrando el año nuevo,  precios mucho más asequibles y algo más ruidosa pero de aguas tan cristalinas.

Estrella de mar en Rabbit Island

 

Continuara... Quedan por relatar las grandes ciudades: Pohnm Pehn y Bangkok.