Phnom Penh
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El rey camboyano |
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Edificio de Correos, herencia francesa |
Al final de la primera parte, nos
habíamos quedado en la ciudad costera de Kep, a la vuelta de Rabbit Island,
desde donde salimos hacia Phnom Penh en minibús. En este trayecto nos sentimos
estafadas, aunque era año nuevo y todo funcionaba más lento y peor. La mari que
nos vendió los billetes dos días antes había cerrado el chiringuito y nos dejó
un poco abandonadas a nuestra suerte. Dos horas más tarde de la hora de salida
prevista, nos embutieron en un minibús por orden de tamaño, y a Tina y a mí al
ser de las más pequeñas nos tocó medio asiento solo. El conductor era un loco y
nos llevó tipo Fernando Alonso. Nadie dijo nada aparte de mí, que de vez en
cuando le gritaba: "Conductor, reduce la velocidad", consejo que el
obviamente ignoraba. Lo paseo fatal durante case tres horas......
Llegamos vivas a la capital
camboyana y nos alojamos en el Top Banana, un lugar con un garito de marcha en
el último piso. Nuestra habitación estaba justo debajo del bareto, con lo que
tuvimos fiesta todas las noches. Claro que no nos importó demasiado, allí nos
tomabamos la ultima copa y echabamos un vistazo a la fauna masculina y a la
ultima moda de aspirar gas de globos de helio para colocarse.
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Surtido puesto de pescado seco en el Mercado Ruso |
La ciudad tiene un aire tranquilo
comparado con otras capitales asiaticas como Yangon o Bangkok. Y se puede
patear bastante, pero te cansas por el calorazo. Visitamos el Palacio Real, la
Silver Pagoda y el Museo Nacional solo por fuera, nos negamos a pagar. De
pagodas gordas vimos Wat Phnom, Wat Ounalom y otra más, justo enfrente del
hotel. En Wat Ounalom conversamos con un monje budista sobre lo divino y lo
humano, un tipo con muchos títulos importantes. Los aspectos más llamativos de
"Pon Pen" (me canso de poner las haches) son su situación, entre los ríos
Mekong y Tonle Sap y la cantidad de edificios franceses súper bonitos de corte
colonial como la Oficina de Correos o la estación de tren. Una curiosidad: el
rey, Norodom Sihamoni es el único rey gay, que se sepa….
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Serpientes a la venta |
En el capítulo mercados, destaca
el Mercado Central, con muchísimas opciones para comer barato, que finalmente
pudimos disfrutar un par de horas el último día, ya que con las fiestas de año
nuevo, estuvo cerrado, al igual que el Russian Market y el Mercado nocturno.
Happy Pizza,...... es un lugar para degustar pizza con un toque de hierbas de
la risa. Es un buen antídoto para superar el mal trago que se pasa visitando el
Museo del Genocidio, donde es difícil no hundirse al escuchar las atrocidades
que cometieron los jemeres rojos, que asesinaron y torturaron a dos
millones de personas en menos de cuatro años.
Adiós Camboya!!!!Cambiamos de país.
Hola Tailandia!!!!
Bangkok
Esta ha sido mi tercera vez y la
verdad es que cada vez voy a diferentes lugares y la vivencia es única. LOCURA
de tráfico, coches, trenes, autobuses, tuk-tuks, motos y personas por doquier.
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Wat Arun |
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Mercadeando por Bangkok |
Nos hospedamos en pleno Kao San
Road, demasiado ruido para descansar de noche, el Green House Hotel resulto el más
cutre de todos los de este viaje, viejo y sin ninguna gracia. Hasta sufrimos un
incendio la última noche, que se gestionó bastante mal, por cierto. Los del
hotel no dieron ninguna información de lo que pasaba a los huéspedes. Y cuando
vimos llegar a los bomberos a pecho lobo descubierto y luciendo barrigón, ya
perdimos toda esperanza. Socorro!!!
De templos, solo visitamos Wat
Arun, el templo del amanecer y Wat Pho, el del buda reclinado,
impresionantes ambos. Deambulamos por los barrios rojos, tanto el gay
como el hetero, y echamos horas en los mercados. A mí me encantan porque creo
que dicen mucho de la cultura de los lugares. Estuvimos en el de las flores, el Pak Klong Talat Flower Market, en el de
Sampeng en Chinatown y en un par de ellos más que no recuerdo además de en el
centro comercial MBK donde fuimos a comprarnos altavoces Bose piratas para móvil/ordenador
por cuatro duros.
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Casa del polifacetico y misterioso Jim Thompson |
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Museo BACC |
A la maravillosa casa de Jim
Thompson fuimos navegando en barcos locales por el rio Chao Praya y de ahí
al BACC, Museo de Arte y Cultura de Bangkok, edificio de impresionante
arquitectura donde disfrutamos de un par de exposiciones que nos encantaron.
Una de las anécdotas más graciosas del viaje tuvo lugar al enseñar los
bolsos a la entrada y descubrirnos las armas que portábamos, dos
ladrillos y un cuchillo. Casi nos detienen y
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Viviendas del canal |
tuvimos que explicar que los
ladrillos eran "suvenires" que mis amigas se encontraron en la calle
y decidieron llevarse a España y el cuchillo era para pelar mangos, nuestra
fruta favorita, en los mercados.
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Bhuda reclinado en Ayuthaya |
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Arbol magico |
Llego el temido momento
del fin del viaje y toca despedirse con esa sensación de haber disfrutado muchísimo
y querer más. Yo vuelo por la noche y he decidido hacer una excursión a
Ayutthaya, la que fuera capital del reino de Siam. Una dosis final
de budas y templos en ruinas. A pesar del calor, merece la pena la visita.
Como voy sola, me esfuerzo en ser simpática con otras viajeras que van solas y
converso con una chica japonesa, con otra de Indonesia y dos españolas. El guía
es de esos que hablan mucho pero cuentan pocas cosas de interés. Por la tarde,
tengo sesión de belleza, esta vez es pedicura, ayer fue limpieza de cutis, es
tan barato..... Descubro el mejor lugar para comer pad thai en Koh Rambuttri,
sabroso, abundante y barato y
me encuentro con una simpatica pareja de portugueses que van viajando y conociendo a profesores por el mundo. Me proponen una entrevista para su proyecto y me invitan a cenar. Una bonita manera de acabar mi dia. A casa!!!!
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Arboles que se quieren |
Que bonito! Como disfruto tus historians y tus fotos.
ReplyDeleteMuchas gracias!!
Gracias guapa. Echo de menos tu sonrisa y buen rollo. Te llamo un dia de estos. Besos
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