Escapada cortita a Vietnam

Barqueras del Mekong

Fresquito lugar para montar negocio

Después de mis sendas aventuras por Laos y Camboya, me faltaba  conocer  Vietnam para completar mi recorrido por la antigua Indochina francesa. Una lástima no tener un poco mas de tiempo para poder recorrer  el norte y centro del país. Según cuentan los viajeros la ciudad de Hanói está llena de vida y opciones culturales, la Bahía de Ha Long es espectacular y Ho Yan la antigua ciudad imperial es una de las maravillas de Vietnam. Sera en otro viaje; en este, mi compañero de fatigas y alegrias, Glenn, y yo decidimos visitar Ho Chi Min (más conocida por Saigón) y la costa sureste. Dos pluses facilitan este destino: Vietjet tiene vuelos directos desde aquí (Yangon) a Saigón a un precio razonable (140 USD) y los españoles no necesitamos visado para estancias de menos de 15 días. Nosotros estaremos 8, 4 en Saigón y 4 en la costa. 

Trafico motorizado en saigon

Saigón nos recibe con sus baguettes y su aromático café. Umm!!! Delicioso!!! Paso tanto mono en Birmania, que agradezco sin remordimientos la colonización francesa y la herencia recibida. Nos hospedamos en uno de los cientos de hoteles del distrito 1, a dos pasos de Ben Thanh Market y las calles de los mochileros, Pham Ngu Lao y Bui Vien. En los mercados, los locales utilizan unas técnicas de venta bastante agresivas, similares a las de Marruecos. Son muy insistentes y acaban cabreándose si no compras después de pararte a mirar y preguntar el precio. Regatear es obligatorio y acaba siendo cansino. La oferta de masajes, restaurantes europeos y tiendas de todo tipo es increíble. Un paraíso para las compras. Esta es una ciudad de unos 10 millones de habitantes donde literalmente todo el mundo se desplaza en moto. Es una estampa única el observar miles de motoristas circulando bien pegaditos unos a otros y como evitan las colisiones y accidentes de manera muy diestra.

Moviilizaciones en el mundo contra las atrocidades de la guerra

Una de los lugares mas impactantes para el viajero es la visita al Museo de la Guerra, esa atroz y espantosa guerra que dejo millones de muertos, toneladas y toneladas de bombas. Todavia hoy, 40 anos despues, hay personas afectadas por las graves secuelas que dejo el infame Agente Naranja. 
Sales del museo con el cuerpo del revés de visualizar tanta crueldad y dolor causado inútilmente. Esto es parte de la historia, un pasado relativamente reciente del que pocos hablan, como si se quisiera borrar de la memoria colectiva.

El tour por el Delta del Mekong es una agradable excursión que recomiendo para conocer el estilo de vida rural, los pescadores en sus pequeñas barcas “sampán”, los mercados flotantes y las fábricas locales de licor de arroz, dulces de coco y miel. Tuve la suerte de encontrarme con un grupo de españoles (andaluces de Mallorca) súper majos con los que comparti un día muy chulo.

Con el grupo de salaos espanoles

 

Haciendo amigas

Con muchísimas ganas de descansar en la playa, viajamos a Mui Ne, un pueblo en la costa a 4 o 5 horas de Saigón en bus. Nos alojamos en Grace Resort, un lugar con mucho encanto a pie de playa. Los dueños son una pareja de vietnamitas muy simpaticones  que residieron en USA durante diez años y hablan perfecto inglés. El suculento desayuno no te lo puedes acabar: un plato de fruta con yogur, tostadas con huevo, croissant y todos los cafés que quieras. Cuidan mucho los detalles con los huéspedes y a media mañana, hora del "tumbin" en la piscina o mar te traen un zumo natural de coco o lima o melón, cada día uno diferente. Solo hay una cosa que no me gusta: la playa está sucia y llena de animalia muerta. Decido no bañarme en el mar, solo pasear y contemplar. Un día decidimos hacernos un pack completo de masaje, con sauna y jacuzzi. Nos reímos bastante cuando nos dicen que nos desnudemos completamente y nos dan unas bragas de papel a cada uno. !!!Muy sexy, jajá!!! Me parece de lo más avanzado, no es lo habitual en el sudeste asiático, los masajes son con ropa. Se va la luz por largo tiempo y no podemos completar el circuito. Para compensarnos, la dueña nos regala otro masaje para el día siguiente. Esto es vida!!!

La excursión que hicimos a las alucinantes Dunas Blancas y Dunas Rojas fue un deleite para nuestros sentidos  Un unico problemilla sin importancia (ahora):  me cayó una tormenta monzónica en pleno paseo por las dunas y tuve que regresar al jeep caladita hasta la médula y sin haber alcanzado la cima. Glenn se salvó por ir en todoterreno. Yo, a escurrir la ropa, vaya.

Curiosas barcas-banyera

Delicatessen en la carta. Guiso de serpiente

Las noches las pasamos comiendo marisco y tomando mojitos a voramar. Inolvidables los cangrejos azules, ¡qué pasada!, los probé en Camboya y desde entonces es mi marisco favorito, desbancando a ostras y langostas.

Hasta la próxima, Vietnam!!!

Eligiendo la cena