Taunggyi está a solo dos horas en minibús de Kalaw, ciudad de la que parten rutas organizadas por la región que desde hace tiempo tenia ganas de hacer. Para organizar el viaje conté con la ayuda de mi nueva amiga Esther, una chica holandesa que trabaja con una ONG local en un proyecto de siembra de patatas. Un compañero de trabajo suyo, Eddie, es de Kalaw y ha sido guía durante mucho tiempo. Y además, una de mis alumnas, Wai, tiene un hermano, Jimmy, que es manager de un hotel allí y también se ofreció a ayudarme. El fue el que se encargo de comprarme el billete de autobús, ya que no fui capaz de hacer la gestión yo sola, aunque lo intente.
Mi llegada a Kalaw y encuentro con mi supuesto contacto, Eddie, fue muy graciosa porque paso una hora hasta que descubrí que no era Eddie, sino Jimmy, el hombre con el que me estaba tomando una cerveza y gestionando la excursión. Cosas del idioma y la cultura. Resulto que tenía dos habitaciones de hotel reservadas pero finalmente todo se arreglo y pude cancelar una.
Por la mañana, antes de juntarme con el gran grupo de excursionistas, Eddie me recogió en la moto y me llevo a ver las vistas desde el "Hilton Hotel", o eso creí entender, pero era el "Hill Top Hotel", un resort de lujo, ubicado en un enclave espectacular. Luego fuimos al Golden Lily Hotel, uno de los hoteles que organizan rutas y con el que trabaja Eddie. Allí me adjudicaron guía y grupo, siete franceses jubilados. No sé si fue casualidad o me pusieron con ellos por cercanía en edad. Ale, a practicar tu francés, me dije. Y en marcha, a la montana......
Guias nepalies a la sombra de la higuera de Bengala |
Mi grupo |
que podría haber sido. Esa noche dormiríamos en una aldea Pa'O, Kyout Su, pero para eso aún faltaban 20 km. Y aunque el paisaje es de ensueño, para ser sincera, en mi vida había tenido tantas ganas de llegar a un sitio como aqeulla tarde. Con las rodillas reventadas, me tumbe en mi "cama sin colchón" ya que los simpáticos franceses se repartieron los siete cochones disponibles.
Por la mañana, presentí que el estado de mis rodillas no me permitiría recorrer los 23 km de ruta que nos esperaban hasta Tithian. Los franceses me debieron de ver en apuros, porque se apiadaron de mí y me ofrecieron todo tipo de anti inflamatorios y paracetamoles.Finalmente, me hice la fuerte y me tire al monte. El guía me advirtió de que la mayor parte del recorrido iba a ser de bajada y a ratos con pendientes pronunciadas. Socorro!!!
Y después de hora y media de marcha, decidí no andar lo que quedaba del día y recuperarme para el tercer trayecto.
Cosecha de chiles |
Ducha |
Aldeana Pa'O |
Y según estoy escribiendo esto, leo que para muchos viajeros la visita a la pagoda de Indein es lo mejor de la visita al lago Inlay. Y pensar que estuve ahi al ladito!!! Bueno, ya tengo un motivo de regreso. En definitiva, un paseo muy muy agradable por los montes de Shan, que recomiendo sin duda alguna, eso sí, para rodillas no artrosicas, :)
No comments:
Post a Comment